Croquetas de Jamón Ibérico Caseras

Croquetas de Jamón Ibérico Caseras más fáciles de lo que siempre has creído.

En tiempos de pandemia mucha gente se ha aventurado a mejorar sus dotes culinarias… Hoy os traemos un consejito para sorprender a sus visitas más especiales, o simplemente, para poder darte el gustazo de preparar este plato tan sabroso en tu propia casa, sin complicaciones…

Cómo no, la importancia de tener siempre una buena base de calidad en los ingredientes, y dedicándole el tiempo necesario, podremos conseguir la excelencia en este plato.

INGREDIENTES 6pax.

1’5L leche

130gr Mantequilla

40gr de Tocino del Jamón

160gr Harina de Trigo (puede cambiarse por maicena para hacer las croquetas sin gluten)

30gr Cebolla

100gr Jamón serrano picado

50ml de caldo de carne (si no tenemos añadiremos esta cantidad de leche).

Cantidad necesaria de huevos para empanar las croquetas.

Cantidad necesaria de pan rallado para empanar las croquetas (puede ser sin gluten)

Sal

Pimienta

Nuez Moscada

Croquetas de Jamon Iberico Caseras

ELABORACIÓN

En primer lugar, escogeremos para cocinar las croquetas una olla que sea ancha y de bordes no muy altos o una sartén ancha y de bordes altos, esto nos facilitará el cocinado. Prepararemos también unas varillas y una olla para calentar la leche.

Una vez elegida la olla o sartén, pondremos a fundir la mantequilla a fuego medio y añadiremos el tocino del jamón picado, dejaremos que se sofría a fuego lento – medio hasta que el tocino quede de un color dorado. Ahí mismo añadiremos la cebolla picada muy fina y dejaremos que se dore un poquito, manteniendo el fuego bajo.

En una olla a parte, pondremos la leche a calentar a fuego lento.

Cuando la cebolla esté bien cocinada, añadiremos más o menos la mitad del jamón y dejaremos que se cocine unos minutos. Ahora, es el momento de añadir la harina, con el fuego bajo y sin dejar de remover con las varillas, añadiremos la harina de un golpe y dejaremos que se integre con la mantequilla hasta formar una masita ligera, deberemos cocinarla unos 5 – 8 minutos para que la harina no quede cruda.

Cuando haya pasado este tiempo, comenzaremos a añadir la leche, poco a poco, integrándola en la masa sin dejar de remover en ningún momento. Una vez añadida toda la leche deberemos cocinar la masa de croquetas unos 30 minutos a fuego bajo, sin dejar de remover. La masa comenzará a hervir, saliendo el vapor en forma de pompas en la masa y debemos de ir con cuidado, removiendo la masa pasando las varillas por el fondo de la olla para evitar que se nos pegue y se queme.

Una vez la masa haya cogido una consistencia de bechamel espesa, debemos volcarla en una bandeja y cubrirla con papel film. El papel film lo pondremos pegado a la masa, haciendo contacto directo, para evitar que se forme una costra. Pincharemos el film para que salga el vapor y lo dejaremos reposar en la nevera.

Ahora viene la parte más difícil… Debe reposar MÍNIMO 12 horas, aunque lo recomendable serían 24 horas. Cuanto más fina sea nuestra capa de masa en la bandeja, menos tiempo tardará en enfriarse completamente.

Una vez reposada, vamos a darle a la masa de croqueta nuestra forma preferida (a mi me gustan redondas) y pasarlas por pan rallado, huevo y pan rallado. También podemos usar un pan más grueso que el pan rallado tradicional, como puede ser el panko.

Una vez rebozadas, sólo queda freírlas. Os recomendaría que antes de freírlas las dejemos reposar a temperatura ambiente, así conseguiremos que el rebozado se seque un poco y sea más resistente. Para freírlas debemos de poner suficiente aceite como para cubrir la croqueta completamente y no tener que tocarlas desde que las ponemos hasta que las sacamos. Debemos freírlas en aceite bien caliente, sin que llegue a humear y dejarlas reposar en papel para quitar el exceso de aceite.

Si no queremos consumirlas al momento podemos ponerlas en un tupper una vez rebozadas y congelarlas para consumir más adelante. Si las hemos congelado, os aconsejo freírlas directamente congeladas, con el aceite un poco más bajo para que el centro no se quede frío.